Ir al contenido principal

"PULSO AL FRACASO"

 De acuerdo con las leyes educativas LOE y LOMCE, el profesorado debe cumplir 12 funciones esenciales para conseguir una metodología de calidad. Entre ellas está la evaluación del proceso de aprendizaje o enseñanza. Es una función esencial para poder saber si los alumnos están cumpliendo con los objetivos establecidos. 

En el documental "Pulso al Fracaso", observamos el método de enseñanza que hay en la Fundación Tomillo. Son centros que se centran en luchar contra el fracaso escolar, esos alumnos que han sido "abandonados" en el sistema educativo. La fundación Tomillo da a estos alumnos una segunda oportunidad dando más importancia a factores sociales y personales, antes que centrarse en lo más académico. Son alumnos que día a día tienen conflictos en el aula. Los profesores de esos conflictos sacan una lección, consiguiendo así que estos alumnos tengan no solo una formación académica, sino también social y emocional. 

Atendiendo a la función antes mencionada de la evaluación del aprendizaje, en estos centros los resultados académicos están en un segundo plano. Como he dicho, es más valorado que el alumno rectifique algún comportamiento conflictivo o sepa reaccionar de forma ante estímulos, ya sean negativos o demasiado positivos que les distraiga. Están muy centrados también en la formación profesional, por lo que intentan formarles con vistas a un futuro profesional. Tal es así que tienen clases de protocolo en relación a la hostelería, de tecnología, mecánica, etc. Por lo que, la mejor evaluación que se podría obtener de estos alumnos, es la preparación efectiva de su futuro. Que consigan encontrarse cómodos y preparados en alguna profesión, además de conseguir adquirir y/o aprender contenidos básicos académicos. De hecho, una de las profesoras comenta como al final del curso académico, al ministerio le reportan que los alumnos han cumplido con los objetivos, aunque no sea completamente así. 

Este tipo de centros, nos dan otra visión muy distinta de la educación. Nos enseña lo necesario que es muchas veces atender la educación social y de valores, más allá de la curricular. Y además, podemos ver lo necesario que es prestar atención a cada alumno, en la medida de lo posible, para conseguir entender qué se mueve en su entorno, para poder razonar sus éxitos académicos o su fracaso escolar. Por lo tanto, entendemos así que hay muchos tipos de evaluación del alumno: miramos lo académico, lo social y personal para poder tener una valoración objetiva y vista desde varios puntos de vista. 





Comentarios

Entradas populares de este blog

 

PRESENTACIÓN

  Hola! Soy Silvia, estudiante del Master de Secundaria en la Universidad de Valladolid. Tengo 22 años y soy de Tudela de Duero (Valladolid).  Para entender por qué estoy en este máster, voy a volver a mi infancia. Durante educación primaria, tuve a una de mis profesoras favoritas, Mila "la de inglés". Ella me hizo aficionarme a los idiomas y empecé a ilusionarme con ser una profe como ella. Durante la secundaria, conocí a María, otra gran profesora de inglés, quien no sólo fue un grandísimo apoyo en mi interés por los idiomas, sino que me motivó a seguir luchando para llegar a ser profesora. Finalmente, decidí estudiar el Grado en Estudios Ingleses en la Universidad de Valladolid, la cual ha sido la mejor decisión que he podido tomar respecto a mi experiencia académica y profesional. Durante la carrera, tuve muchos vaivenes sobre mi futuro profesional, pues la educación era el ámbito que siempre me había interesado, pero descubrí el mundo de la investigación, que me interesa

EL TUTOR

 La función del tutor en un aula es esencial. Es el mediador entre el alumnado, profesorado y familias; tres núcleos muy fuertes y numerosos que pueden conllevar conflictos que deben ser solucionados muchas veces por el tutor. Además, es el principal responsable de un aula, no solo en la parte académica, sino también normativa y orientadora.  Por lo tanto, considero que un tutor tiene que tener ciertas cualidades que destaquen además de las necesarias como docente. En primer lugar, el tutor debe tener empatía con sus alumnos, con sus compañeros y con las familias. Es muy importante que sepa escuchar y sepa ponerse en el lugar de la otra persona, pues cuando conoces a un estudiante de forma personal puedes descubrir muchas cosas que no se descubren tan solo como profesor. Es importante escuchar qué problemas y qué preocupaciones tiene la otra persona para saber buscar soluciones. Unido a esto último, por tanto, el tutor debe ser resolutivo, ya que se acudirá a él para buscar soluciones