Si nos paramos a analizar el sistema educativo español, nos damos cuenta de que este sistema se divide en subsistemas dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que nos fijemos. Dadas estas diferencias, nos encontramos ante unos resultados académicos muy distintos, siendo Castilla y León la comunidad triunfante de esta situación.
Si tuviese que definir el sistema educativo castellano-leonés, lo haría en dos palabras: CALIDAD y EQUIDAD. Basándome en la tesis de Foces Gil, consigo entender mejor las razones de este éxito que tiene este sistema educativo, hasta tal punto de igualarse en resultados al sistema finlandés, condecorado como uno de los mejores sistemas educativos en el mundo en muchos ámbitos.
El sistema educativo de Castilla y León es equitativo en varios sentidos. Para empezar, es una comunidad pionera en la lucha contra la alfabetización de la sociedad; destacando la inclusión de las mujeres en el sistema educativo. Además, contamos con numerosas becas y ayudas para los estudiantes, no solo para las matrículas sino también para los libros, lo cual supone un gran desembolso anual para las familias, o el transporte, dando así facilidades para las zonas rurales. Estas zonas además han sido una mejora y avance clave en este sistema educativo, ya que se han propuesto y llevado a cabo muchas políticas para luchar por conseguir la escolarización en zonas rurales, consiguiendo así un mejor ratio de estudiantes y rendimiento escolar. Cabe destacar también sus políticas educativas en las escuelas "gueto", acercándose así a esferas sociales difíciles y consiguiendo unos resultados destacables de mejora en estas zonas.
Por otro lado, lo considero un sistema de calidad. Como dice Foces Gil, es un sistema exigente. El modelo curricular tiende a reforzar especialmente las materias troncales, esenciales en el desarrollo y la evolución educativa de un alumno. Esto unido a una exigencia también en la convivencia escolar. Pues se promueven e implementan propuestas para la mejor formación del profesorado, para innovaciones tecnológicas o políticas en contra del acoso escolar o las agresiones al profesorado. Por último, este sistema educativo trabaja de forma constante en la mejora de algo tan novedoso y necesario como es el bilingüismo, consiguiendo cada vez más centros que se unen a esta red y consiguiendo también una mejor eficacia de forma paulatina.
A pesar de todas estas virtudes del sistema educativo de Castilla y León, sigue preocupando el alto porcentaje de fracaso escolar de esta comunidad. De acuerdo con Foces Gil, podemos observar distintas variables que podrían explicar este hecho. Por un lado, como he comentado antes, estamos ante un sistema exigente; por lo que podría ser que esta exigencia lleve a parte del alumnado a no llegar a las expectativas deseadas. Por otro lado, según varios estudios, se ha visto que un alto porcentaje de este fracaso escolar coincide con un ámbito familiar parecido. Es decir, muchos alumnos que no consiguen la titulación tienen padres que tampoco están titulados. Por último, y relacionado con estas diferencias autonómicas, otra causa podría ser esa falta de homogeneidad en relación con los títulos. Pudiendo decir que en ciertas comunidades, adquirir el título de secundario es más fácil que en otras.
En conclusión, a pesar de este fracaso escolar aún preocupante en Castilla y León, esta comunidad es la Finlandia de España, consiguiendo tener un equilibrio, apoyando la idea de Foces Gil, entre la equidad, el rendimiento y la calidad. Este triunfo castellano y leonés podría ser el desencadenante poco a poco de una mejora educativa a nivel nacional, con el objetivo así de tener esa homogeneidad tan deseada desde hace años en el sistema educativo español.
Comentarios
Publicar un comentario