Para este post, me voy a basar en la conferencia de Xesús Jares sobre los conflictos en el aula. Como plantea este experto, los conflictos son situaciones inevitables que aparecen por la convivencia. Surge a partir de las diferencias, las cuales no deben ser algo negativo, deben motivar a buscar soluciones que nos sirvan para aprender. Lo más importante, así como se afirma en la conferencia, es saber cómo plantearse el conflicto y no el conflicto en sí.
Los conflictos son percibidos como algo negativo por más del 80% de profesores de secundaria y por alrededor del 90% de los alumnados, participantes del estudio presentado en la conferencia. Los conflictos presentan una situación negativa. Sin embargo, depende de nosotros el buscar la parte positiva. Positivo sería la búsqueda de soluciones, pues es una medio de aprendizaje social para el alumnado, que les ayudará a solucionar este conflicto en ocasiones futuras o les servirá para su autocontrol.
Planteo, por tanto, un conflicto muy común a día de hoy en los aulas de secundaria obligatoria, y es el uso de los móviles. Se ha convertido en una dependencia para los adolescentes, llegan incluso a ser adictos al móvil. Por ello, aunque una norma común en los centros sea no usarlos, los estudiantes consiguen muchas veces utilizarlos. Para este conflicto, planteo la siguiente resolución.
Alumnos de 3º de la ESO de un centro público. A principio de curso, se plantean posibles conflictos que podrían surgir durante el curso y, evidentemente, el uso de los móviles es uno. Inspirándome en las Comunidades de Aprendizajes planteadas en un post anterior, propongo durante una tutoría a la clase crear unas normas en común para sancionar en un futuro a alguien que utilice el móvil. Llegamos entre todos al consenso de que cualquier alumno que utilice el móvil en el horario de clase, sea cual sea la asignatura, tendrá como castigo: requisar el dispositivo durante todo ese día y será devuelto a sus padres (norma común en cualquier centro), pero además como GRUPO decidimos que esa persona tendrá que redactar cual es el motivo que le llevó a utilizarlo.
Por un lado, he creado la sensación de grupo. Es una decisión tomada entre ellos mismos, por lo que sentirán esa legitimidad, pues están de acuerdo en que es una sanción justa. Además, no presentamos la situación de clase contra profesor, pues somos un grupo, y es la decisión de todos.
Por otro lado, con el método de la redacción podemos descubrir muchas cosas, como problemas personales del alumno fuera del aula o incluso dentro del aula. Esto nos permite también solventar otro tipo de problemas. Conseguimos así acercarnos al alumno y así poder ayudarle.
Además, se abre un debate a la clase y es: ¿por qué es bueno/malo utilizar el móvil en clase? ¿Qué cosas solo se pueden solventar por medio del móvil? ¿Por qué es irrespetuoso utilizar el móvil cuando alguien habla? ¿Qué puedo hacer si tengo necesidad de utilizar el móvil? De esta forma, damos unos fundamentos a raíz de las conclusiones extraídas de este debate, y conseguimos resolver dudas que los alumnos pueden tener respecto a ciertos conflictos, debido a su falta de madurez o a su desconocimiento de ciertos aspectos.
En conclusión, creo que esta propuesta facilita el acercamiento a la clase, facilita la resolución de conflictos, fomenta la sensación de grupo que tan importante es (así como afirma Xesús Jares en su conferencia), y ayuda a mejorar la convivencia.
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